Raúl Prebisch e Immanuel Wallerstein: teóricos del subdesarrollo

26 03 2009

Al revisar bibliografía sobre Raúl Prebisch e Immanuel Wallerstein, no se han encontrado textos que comparen realmente sus propuestas teóricas de análisis del subdesarrollo. En primer lugar, si bien ambos comparten ciertas premisas teóricas ello no quiere decir que al utilizar los mismos conceptos —como «relación centro-periferia» por dar un ejemplo— signifiquen necesariamente lo mismo. En segundo lugar, hay que destacar que sus propuestas analíticas surgieron en tiempos históricos diferentes, y en particular cierto pensamiento de Prebisch influyó a Wallerstein. En tercer lugar, sus influencias intelectuales son bastante distintas entre ambos; Prebisch fue influenciado principalmente por la teoría económica de Keynes, mientras que la herencia que influyó a Wallerstein fue mucho más vasta, desde el mismo Karl Marx, pasando por ciertos conceptos de Prebisch y la «teoría de la dependencia», hasta la «escuela» historiográfica francesa Annales (en particular por Fernand Braudel). Y en último lugar y no menos importante, tiene que ver con los orígenes geográficos de ambos intelectuales los cuales determinan hasta cierto punto la forma cómo ellos apreciaban su realidad histórico-social que los rodeaba. Prebisch miraba «desde la periferia», mientras que Wallerstein miraba «desde el centro» lo cual hace que sus percepciones del subdesarrollo sean cualitativamente distintas. Este pequeño texto no pretende ser una exposición exhaustiva acerca de los aportes teóricos de ambos autores sobre el subdesarrollo, sino que pretende dar algunos lineamientos y pautas generales acerca de las diferencias entre ellos.

I. Unidad de análisis

Un punto de diferencia entre ambos tiene que ver con sus respectivas unidades de análisis al momento de realizar sus investigaciones. Para Prebisch, la unidad de análisis principal es América Latina considerada en su conjunto. Consecuentemente, su unidad de análisis podría ser considerada como regional y por ende relativamente estática. Aunque por lo anterior, Prebisch no desconoce la existencia de un mercado mundial de carácter capitalista, pero aún así su unidad de análisis predilecta es América Latina como zona subdesarrollada en comparación con la Europa occidental y con EEUU respectivamente. En este sentido, se podría sostener que Prebisch elabora más bien un instrumental nomotético que analiza las relaciones económicas entre el centro y la periferia. Es mayormente nomotético porque establece ciertos conceptos con los cuales se puede analizar dicha interacción interregional, y porque no toma mucho en cuenta el cómo se ha originado históricamente dicha interdependencia asimétrica entre ambas regiones económicas. Y por último, trata a América Latina de manera relativamente esencialista al establecerla como unidad de análisis principal, y quizás al establecerla como tal no se podría distinguir qué país o zona más pequeña al interior de América Latina podría o no pertenecer a la periferia o al centro en caso de surgimiento económico de la misma.

La unidad de análisis de Wallerstein es el sistema-mundo capitalista (o los sistemas mundiales). Para este autor no existen los sistemas sociales completamente autónomos. No obstante, hay que recalcar que el sistema mundial, como unidad de análisis, sufre alteraciones puesto que la perspectiva de «análisis de sistemas-mundo» combina tanto lo nomotético como lo idiográfico, por ende dicha unidad de análisis cambia en su extensión geográfica dependiendo del período histórico particular que se esté analizando. Entonces, el sistema-mundo como tal evoluciona desde un área regional (los inicios) hasta consolidarse como área mundial (desde el siglo XIX hasta hoy en día). Dentro de este sistema mundial están contenidos en él todos los Estados-nación —así como ciudades-Estado dependiendo del período histórico— estableciendose así vínculos principalmente económicos entre ellos, así como una interdependencia económica (también asimétrica) entre los mismos. Y por último, está el criterio de delimitación de esta unidad de análisis el cual para Wallerstein no es igual a las fronteras jurídicas representadas en un Estado-nación, sino que está dado por la composición de las mercancías que circulan en el mercado mundial; si se intercambian mercancias de consumo masivo desde A a B, entonces A pertenece al sistema-mundo capitalista; pero si de A llegan solamente bienes de lujo a B entonces es una «arena externa» con respecto a la economía-mundo —en principio europea y con el avance del tiempo deviene mundial—.

A pesar de las diferencias de unidad de análisis entre Prebisch y Wallerstein, la verdad es que ambos no se olvidan por completo del Estado-nación como unidad de análisis. Pero para ambos el Estado no es considerado como el sistema social que represente la totalidad de la sociedad, si fuese así entonces existiría autarquía económica entre los Estados y ninguno podría influir sobre el otro. Para ambos, la unidad de análisis es supranacional; regional en Prebisch y mundial en Wallerstein (aunque dependiendo del período histórico) lo cual va cuestionando por tanto esa pretendida idea de soberanía —jurídica por cierto— de la que está imbuido el Estado moderno.

II. La relación centro-periferia

Ambos autores utilizan, en sus trabajos, la expresión «relación centro-periferia» y al ver que ambos utilicen dicha expresión conceptual, se podría pensar que se refieren exactamente a lo mismo o que justamente ambos signifiquen lo mismo con esa expresión. Pero, si uno se adentra en los textos de ambos autores, ya se pueden notar diferencias que en un principio no lo parecen tanto, pero que al verlo más detenidamente se notan mucho. En Prebisch la relación centro-periferia, se refiere exclusivamente a la diferenciación composicional que afecta a la estructura de las «economías nacionales». Lo anterior quiere decir que la tecnología es el gran factor diferenciador entre ambas zonas económicas, puesto que la tecnología aplicada a la economía permite producir bienes con un alto valor agregado (o plusvalía), los países que poseen dicha tecnología son justamente los que pertenecen al «centro»; la «periferia» entonces se define como aquella zona geo-económica que se caracteriza por una ausencia masiva de tecnología —especialmente tecnología de punta— haciendo que esta zona económica produzca mayormente productos primarios (agrícolas, minerales, frutales, etc) permitiendo una baja acumulación de capital, y por ende escasa industrialización.

  1. En Prebisch y a raíz de esa diferenciación estructural económica entre ambas zonas, se dan ciertas dificultades para el desenvolvimiento económico de la periferia. En primer lugar, se da lo que Prebisch llamó heterogeneidad estructural, que se define como la posesión simultánea en las economías capitalistas periféricas de tener elementos «modernos» (o industriales) y de elementos «tradicionales» (o agrícolas). Dicha heterogeneidad estructural causa entonces un desempleo estructural, ya que la periferia al no tener la capacidad económica suficiente para industrializarse, la incipiente industria periférica no es capaz de absorber la fuerza de trabajo superflua expulsada de los sectores «tradicionales» sobre todo si se está industrializando el agro. Aquí se puede apreciar una leve influencia de Marx en Prebisch, que se refiere a que la inversión constante de capital-dinero en capital fijo (tecnología) por más que trate de tener pleno empleo, lo cierto es que siempre tenderá a excluir cierta mano de obra (ejército industrial de reserva).
  2. En segundo lugar, está el tema del deterioro de los términos de intercambio, en que la periferia, a medida que avanza el tiempo, cada vez intercambia materias primas  por una cantidad menor de mercancías industriales producidas en el centro. Y es más, con la llegada de las recurrentes crisis económicas mundiales, los costos de producción centrales son asumidas por los consumidores de las regiones periféricas, puesto que los obreros (y consumidores) de las zonas centrales, no querrán asumir los elevados costes de producción.
  3. En tercer lugar y como consecuencia de la heterogeneidad estructural, la periferia tiene el problema de tener una economía no diversificada. Esto provoca que la periferia se especialice en demasía con respecto a una determinada materia prima intercambiada por productos manufacturados en el mercado mundial. Además, esa situación de no diversidad económica periférica es aun más dificultada por el centro cuando este último aplica medidas proteccionistas que impiden el paso de productos agrícolas periféricos al centro. Por ende, es de suma importancia que la zona periférica se industrialice a fuer de diversificar su economía con tal de poder vender productos que el centro no esté en condiciones de producir, ya sea por cuestiones ambientales y/ geográficas.

En Wallerstein, la relación centro-periferia también tiene que ver con elementos tecnológicos, pero la determinación de cuáles zonas pertenecen al «centro» y la «periferia» no se circunscribe solamente a la tecnología aplicada a los procesos productivos. Ciertamente es importante en Wallerstein, pero no es el único criterio de definición. Además, hay que destacar que para Wallerstein no se encuentra meramente el «centro» y la «periferia», sino también existe otra zona que es la «semiperiferia», la cual está en una zona intermedia entre las anteriores y que se define principalmente por ser intermediadora comerciale entre el «centro» y la «periferia». Además, la «semiperiferia» se compone de aquellos países que eventualmente podrían ascender o descender dentro de la jerarquía interestatal mundial (el sistema-mundo capitalista). Ciertamente en Wallerstein los criterios de definición de las áreas  geo-económicas de la economía-mundo no son tan unidimensionales, ya que se extienden también a elementos políticos así como culturales como consecuencia de la diferenciación económica entre las zonas.

  1. En Wallerstein la relación centro-periferia también se da principalmente por elementos tecnológico-económicos, puesto que los Estados ubicados en el centro del sistema-mundo son aquellos que al mismo tiempo poseen la tecnología de punta junto con una eficiente acumulación de capital. Esa doble condición del centro le permite a dicha área reinvertir capital en mejoras tecnológicas que repercutan en mejoras tecnológicas y al mismo tiempo en una creciente eficiencia en la acumulación capitalista. Además, en Wallerstein existe una categoría jerarquica de Estado, que es el Estado hegemónico del sistema-mundo en su conjunto. Aquel Estado es capaz de llevara cabo los procesos productivos con la más alta tecnología así como el que produzca mercancías con una tasa de ganancia más alta que cualquiera de los demás Estados centrales de la economía-mundo. Aunque el estatus de Estado hegemónico dura solamente un tiempo, en que los demás Estados centrales disputarán con aquél a fuer de disputar ese estatus.
  2. En cuanto a elementos políticos, la relación centro-periferia tiene que ver con la jerarquía estatal a nivel del sistema-mundo. Dicha jerarquizción está muy de la mano con la capacidad acumulativa que desempeñe un determinado Estado, y para «medir» esa capacidad, Wallerstein arguye que no se debe mirar el tamaño de la burocracia ni las ideologías de las que los Estados mismos se imbuyen, sino que lo que se debe apreciar es el desempeño económico de un Estado a mediano plazo; no sirve observarlo a corto plazo. Como consecuencia de lo anterior, la acumulación de capital repercutirá en que un determinado Estado pueda invertir grandes masas de capital a fuer de formar y mantener Fuerzas Armadas relativamente grandes, ocasionando con ello intentos de formar imperios-mundo. Y además, la relación centro-periferia, en este sentido forma alianzas burguesas interestatales en que las burguesías «nacionales» se alían a burguesías «foráneas», haciendo que el capital extranjero —especialmente si son provenientes del centro— domine los procesos económicos de las economías «nacionales» de países periféricos. A consecuencia de lo anterior, los países del centro de la economía-mundo son capaces de formar «imperios informales» en que aquellos Estados pueden controlar e incluso determinar el desempeño de las economías periféricas, y además ocasionando que dichas economías locales les sea imposible salirse de la órbita del sistema-mundo capitalista, o en otras palabras: que puedan tener autarquía económica.
  3. En tercer lugar, en términos culturales la relación centro-periferia se expresa en cómo la cultura de un determinado Estado se irradia  a lo largo y ancho de todo el sistema-mundo en su conjunto. Pues Wallerstein es tajante en esto: El país que tenga la calidad de hegemónico de la economía-mundo, será el que influya al resto del mundo también culturalmente. Como ejemplo de aquella situación, se puede proponer el que a nivel internacional se deba hablar inglés, o que los trabajos en ciencias sociales para ser publicados a nivel mundial, éstos deben tener una copia traducida al inglés. También se puede expresar en que un estilo musical se haya masificado por el mundo, por ejemplo: el rock and roll de EEUU.

La relación centro-periferia aunque comparta ciertas premisas entre ambos —más allá de que Prebisch haya influido en Wallerstein— lo cierto es que los dos comparten solamente el aspecto económico de dicha relación. Si bien Wallerstein no la expresa con los mismos términos conceptuales, implícitamente utiliza las expresiones prebischeanas; eso se puede apreciar sobre todo en los análisis de caso de los países hegemónicos a lo largo de todo el «capitalismo histórico». En los demás aspectos, Prebisch y Wallerstein se diferencian notablemente, puesto que éste último expande el radio de aplicación de la dialéctica centro-periferia al no sólo limitarla a elementos económicos. En Wallerstein consecuentemente, el aspecto económico es lo que condiciona la pertenencia o no de un país o región en la jerarquía del sistema-mundo capitalista. Y las expresiones políticas, sociales así como culturales de la relación centro-periferia no son más que reflejos de lo económico.

Consideraciones finales

Ciertamente ambos son teóricos o pensadores del subdesarrollo, con similitudes y diferencias. Y aunque tengan influencias intelectuales muy divergentes lo cierto es que ambos eran estructurales. Tenían una visión particularmente estructural ambos. Prebisch era estructural en la medida que trataba los problemas del subdesarrollo en términos de relaciones entre factores aunque sin poder apreciarlo en su historicidad. Wallerstein también era estructural al igual que Prebisch pero a eso se le agrega el estructuralismo francés que heredó de Braudel quien dividió el tiempo histórico en tres estratos: larga duración, mediana duración y corta duración. Por ende, Wallerstein en su análisis histórico del capitalismo mundial hace un ejercicio de historia estructural puesto que se dedica a observar las tendencias cíclicas económicas en el largo plazo así como las coyunturas. Por eso que en Wallerstein, se asiste a un análisis tanto nomotético (regularidades sociales) como idiográfico (singularidades sociales), mientras que en Prebisch prima esencialmente lo nomotético a través de categorías como términos de intercambio, heterogeneidad estructural, etc., sin explicar mayormente cómo y por qué América Latina llegó a estar como estaba en esos tiempos.

En términos de desarrollo histórico del subdesarrollo, Prebisch en un principio creyó que el subdesarrollo latinoamericano podría superarse si el continente entero se industrializara y fomentara una política económica de sustitución de importaciones. No obstante, y como dije previamente, Prebisch al análizar la heteogeneidad estructural en la composición de los sectores económicos de la periferia se encontró con la dificultad que Marx había ya dicho casi cien años antes que Prebisch: la acumulación de capital fijo (medios de producción) tenderá siempre a dejar fuera del circuito de la producción a parte de la fuerza de trabajo, lo que genera mano de obra redundante, la cual es aún más agravada si el campo está siendo industrializado. La industrialización tanto urbana como del campo entonces genera ese problema de nunca lograr pleno empleo. Consecuentemente, Prebisch al final de su trabajo llega a declarar tajantemente que la condición de periferia nunca podrá ser superada en el marco del sistema vigente, y por lo tanto, será necesaria una transformación del mismo. Al no tener una visión histórica a largo plazo, Prebisch no pudo apreciar los problemas estructurales que sólo pueden ser notados en una perspectiva histórica a largo plazo, cosa que Wallerstein sí hizo. En ese sentido, se podría afirmar que Prebisch terminó justo donde Wallerstein comenzó.

En Wallerstein el desarrollo histórico del subdesarrollo inevitablemente tiene esa característica: la acumulación de capital por parte de un área del mundo (el centro) a expensa de otras áreas explotadas (la periferia y semi-periferia). El norteamericano siempre propuso que la periferia nunca iba a surgir en los marcos de este sistema y, y llegó a postular que si un país o una región periférica (o semi-periférica) surge, no es precisamente por sus estrategias de desarrollo nacional (sean capitalistas o socialistas), sino que se debe a la posicion geo-política de los Estados con respecto al país hegemónico de la economía-mundo capitalista. Según Wallerstein, es imposible que un gran número de Estados o una región completa del sistema-mundo surja económicamente, pues eso sólo podría ser así si los distintos países fuesen autárquicos entre sí, no dependiendo el uno del otro.  En segundo lugar, los Estados del centro, al tener su propia clase proletaria cuando ésta empieza a hacer demandas por mejoras laborales y triunfan por sobre el capital, éste último está obligado a «desindustrializar» su economía  nacional y movilizar la industria a países periféricos o semi-periféricos donde la fuerza de trabajo es más barata y más débil políticamente. Además, y en términos de sistema interestatal el subdesarrollo se manifiesta también con el imperialismo que hace que los Estados del centro tengan pretensiones territoriales formando colonias en ultramar.

Luis Garrido


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2 responses

19 06 2009
Tomas Arribillaga

La verdad muy bueno el espacio ahora estoy ahogado de examenes en la facultad pero hay cosas interesantes para leer, cuando tenga mas tiempo voy a sentarme a leer mas detenidamente, felicitaciones.

26 06 2009
graphirus

Hola hermano, parece que estas muy ocupado que no has actualizado el blog??

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